Clase de júbilo del profesor José Fragata

Presentación del Libro “Corazón y Pulmones”

Editores: Prof José Fragata/Dra Helena Antunes

Texto introductorio: Fausto Pinto

La enseñanza de la Medicina debe ser un proceso dinámico que requiere, de todos los involucrados en él, una gran disponibilidad y capacidad de adaptación a las nuevas realidades que, naturalmente, interfieren directa o indirectamente en la forma en que se desarrollará la misma enseñanza. Al mismo tiempo, es fundamental establecer un equilibrio para no correr el riesgo de desvirtuar lo que ha sido un proceso evolutivo absolutamente fabuloso, que no debe, sin embargo, perder de vista sus valores y principios hipocráticos fundantes. El respeto por el pasado, sin embargo, no puede impedirnos repensar y racionalizar el futuro, por lo que con gran satisfacción y honor acepté la invitación del profesor José Fragata para presentar la parte “Corazón” del libro que editó y que ahora se ve la luz del día “Corazón y Pulmones”.

La importancia de una base de trabajo y un sólido aprendizaje en Medicina sigue siendo incuestionable, a pesar de las múltiples innovaciones que paulatinamente se van introduciendo, en lo que podemos considerar una nueva Educación Médica, en el espíritu bien reflejado por Ortega y Gasset cuando decía “Sólo es posible avanzar cuando se mira a lo lejos. El progreso solo es posible cuando piensas en grande”. Y creo que el ejemplo de vida del Prof. Fragata termina reflejándose también en la forma en que seguramente pensó y produjo este libro, que pasará a la historia de las publicaciones médicas en portugués, como ejemplo y referencia.

De hecho, el uso del libro en cardiología como compañero de estudio y aprendizaje tiene una larga y fascinante historia. en 2980 a. C., refiriéndose a la observación del pulso. Más tarde, en Grecia, Hipócrates, en el 460 aC, hace exquisitas descripciones del significado pronóstico de síntomas y signos, como la disnea. La primera referencia a la anatomía del corazón humano es de Erasistrato y Herófilo, de Alejandría, en el 310 a. C. y Celso de Roma, en el 25 a. C., escribe De Re Medicina donde incluye varias recomendaciones como la flebotomía para la disnea. Posteriormente Leonardo da Vinci en 1452 publica los famosos dibujos del corazón. En 1543 Vesalius escribe De Fabrica Humani Corporis, donde describe el corazón humano. En 1555 hace la primera descripción ante mortem de un aneurisma de aorta que se confirma dos años más tarde en la autopsia. En 1618, Albertini, en Italia, escribió el primer tratado sobre el corazón, aunque con poca información importante, siendo más una revisión de teorías de la Edad Antigua y Medieval, con una larga discusión sobre palpitaciones y síncope. Y es en 1628 cuando se publica uno de los hitos históricos en la historia de la Cardiología, Exercitatio Anatomica de Motu Cordis et Sanguinis in Animalibus, de William Harvey, inglés que estudiaba en Italia, donde demostró la existencia de la circulación sanguínea. Avance rápido hasta 1715, en Francia, Vieussens publica Traité du coeur, otro hito histórico, donde se describen algunas alteraciones cardíacas, incluida la estenosis mitral y la disnea asociada. En 1761 Morgagni, en Italia, publica De Sedibus et Causis Morborum, donde se hace una extensa discusión de la anatomía patológica de muchas situaciones cardiovasculares, incluyendo la calcificación de las arterias coronarias. En 1768 Heberden, en Inglaterra, hizo su famosa descripción de la angina de pecho, que también padecía. Y así hasta el siglo XX, en el que destacan varias figuras, de las que me gustaría destacar en la primera mitad del siglo, Paul Dudley White, médico de Roosevelt, con la primera edición de su tratado Heart Disease publicado en 1931 y, sin duda, el que es considerado el Padre de la cardiología moderna, Eugene Braunwald, de Harvard, quien plasmó uno de los tratados cardiológicos más conocidos del mundo, con la primera edición en 1980 y que, desde entonces, se han editado múltiples ediciones, habiendo sabido adaptarse a los nuevos tiempos. En Portugal también se han publicado algunos libros, lo que me permite destacar aquí el reciente proyecto iniciado por el Prof. Lino Gonçalves, cuando era Presidente de la Sociedad Portuguesa de Cardiología, junto con el CEMP (Conselho de Escolas Médicas Portuguesas), que me nombró co -editor del libro, que ya está disponible en formato digital. Y es en esta secuencia y en este caldo de ciencia cardiovascular que aparece el libro “Coração e Lung”.

Este libro contiene un conjunto de capítulos que abarcan toda el área de la cardiología, en sus diversas vertientes, de forma actualizada, pedagógica, amena y pragmática. Y tiene una peculiaridad que, en el fondo, es la firma natural del Prof. Fragata, es decir, en las nueve áreas que diseccionó (literalmente), desde las arritmias hasta las cardiopatías congénitas, hay un subcapítulo dedicado al papel de cirugía en la zona respectiva. Y finaliza con un capítulo sobre la simulación aplicada a la medicina, elemento imprescindible en la educación médica actual.

Ya se han discutido y ensayado muchas cosas en otros lugares, de modo que, muchas veces, sólo hace falta adaptarse a las realidades locales, para no crear clivajes innecesarios, pero también para no retrasar demasiado el seguimiento de los movimientos que , a nivel internacional, conducen a la ciencia médica, con una dinámica extraordinaria, a metas muchas veces impensables. So pena de perder trenes para siempre, o ensanchar desniveles que pueden volverse infranqueables, es nuestra responsabilidad, como universitarios, científicos y médicos, contribuir a la creación de las condiciones necesarias para que este seguimiento se realice con firmeza, como el progreso de la Historia, y de la Ciencia, es irreversible.

Nosotros vivimos en la era de las tecnologías. Todos los días nos invaden, en casa, en la calle, en las escuelas y, por supuesto, en las Universidades y, en particular, en la Medicina y la Ciencia en general. Es, sin duda, una época fascinante para vivir, en la que casi a diario nos enfrentamos a nuevos desarrollos tecnológicos con mayor o menor impacto en la Medicina y, en particular, en las ciencias cardiovasculares. Sin embargo, este desarrollo conduce a veces a un olvido aparente (a veces muy real) del componente humanista. A pesar de estos avances, hay varios aspectos que nunca se pueden olvidar, como la relación médico-paciente, la importancia del contacto humano, escuchar, mirar, tocar, sentir al paciente. La importancia de ser escuchado y dejarse escuchar, contribuyendo a la felicidad tanto del individuo como de su familia, renovando la esperanza de una vida mejor, devolviéndolo a su familia y trabajo, a su reinserción social, cotidiana. Todas estas son armas que tenemos como médicos, y que ninguna tecnología, ninguna inteligencia artificial y ciertamente ningún robot reemplazará jamás. No puedo dejar de mencionar, al respecto, a João Lobo Antunes cuando dijo sabiamente: “No sé lo que nos espera, pero sé lo que me preocupa: es esa medicina, entusiasmada por la ciencia, seducida por la tecnología y aturdida por la burocracia”. , borrar su rostro humano e ignorar la individualidad única de cada persona que sufre, porque aunque cada vez se inventan más formas de tratar, aún no se ha descubierto cómo aliviar el sufrimiento sin empatía ni compasión.”

Por tanto, tenemos una responsabilidad añadida para evitar que esto suceda y el Prof. Fragata ha hecho una excelente contribución a este objetivo, que también aparece en su libro, que estoy seguro será una contribución más para no perder de vista el componente humanista de nuestra medicina. profesión.

Los desafíos que enfrentamos hoy son, por lo tanto, extremadamente complejos y difíciles, y solo una actitud muy informada, con gran franqueza, perseverancia y modernismo, puede salir victoriosa. Por lo tanto, es necesario que las generaciones actuales y futuras enfrenten este punto de inflexión con optimismo y esperanza en el desarrollo y la implementación de una práctica de la medicina sana y moderna en Portugal.

Es, por tanto, nuestra obligación, como comunidad médica académica, inculcar este espíritu en los estudiantes de medicina, es decir, en los futuros médicos.

El gran René Favaloro, cirujano de origen argentino, habría cumplido 100 años hace dos días. Fue el primer cirujano cardíaco en realizar un bypass coronario, en Cleveland, y tuvo una vida dedicada a la Medicina/Cirugía. Una de sus frases más conocidas es la siguiente: “La prevención debe ser el aspecto más importante de nuestra especialidad. Estoy seguro de que en el futuro habrá menos angioplastias y menos cirugías de bypass. La prevención, combinada con los avances en biología molecular relacionados con la genética, ayudará a reducir la incidencia de enfermedades cardiovasculares”. Esto lo dijo un cirujano en 1999 y, lamentablemente, todavía estamos muy lejos de cumplir esta profecía. Para ello es necesario seguir transitando un camino que debe iniciarse en las bancas de la Facultad y desde allí extenderse a toda la comunidad. Y aquí les dejo una pequeña sugerencia para la próxima edición (seguro que la habrá) de incluir un capítulo sobre “Prevención Cardiovascular”!!

Terminaré con las palabras de Reynaldo dos Santos, tan oportunas todavía hoy, cuando en su última lección, con el título “La formación de las élites”, refiere: “La educación superior no es sólo preparación profesional, sino formación superior de el espíritu. el ejemplo de la forma de pensar, analizar y juzgar los problemas es lo que modela la inteligencia de los estudiantes…” Este es el espíritu atemporal que, estoy seguro, muchos de nosotros, donde incluyo nuestro foco hoy, Prof. José Fragata, Me gustaría verlo impregnado en las futuras generaciones médicas. Ese será nuestro desafío como comunidad médica académica y el compromiso que tenemos el deber de asumir, para que juntos podamos recorrer un camino exitoso, enriqueciendo la Enseñanza e Investigación Médica en Portugal.

Esta contribución que hoy se lanza y que se erige como testimonio de una vida totalmente dedicada a la Medicina en su sentido más amplio, es por tanto la garantía de ello y que estoy seguro ayudará a formar las próximas generaciones de médicos que queremos poder para afrontar los grandes retos del siglo XXI.

¡¡¡Por lo tanto, es esta fibra la que necesitamos!!! Bueno Haja Profesor José Fragata, mi querido amigo. ¡¡¡MUCHAS GRACIAS!!!

Fausto J Pinto

Lisboa, 14.07.2023